A 6 años del ascenso de Deportivo Sarmiento al Argentino “B” de fútbol, Nuevo Día recogió el testimonio de algunos protagonistas de aquel hecho histórico.
Lucas Andersen, el de los goles importantes
Es difícil recordar esos momentos sin pensar en uno de sus referentes que se ganó un lugar en el corazón verdirrojo. Lucas fue parte de la columna vertebral que tuvo Deportivo ese año para lograr el objetivo y a pesar de tener que salir en el entretiempo en la final de vuelta, de penal convirtió para encaminar el festejo.
- Dentro de todos los años que le dedicaste al fútbol ¿qué tan importante fue el ascenso?
- Todos los años que viví jugando al fútbol fueron importantes, pero sin dudas es muy lindo quedar en la historia del club y más que nada posicionarlo dentro de la cuarta categoría del fútbol argentino. Para nosotros, que defendimos la camiseta de Deportivo, tener la posibilidad de viajar a diferentes lados por el Federal no dio mucha satisfacción porque no hay nada más lindo que no conocer lugares por el deporte y enfrentar a otros equipos, con más o menos jerarquía que nosotros.
- ¿Por dónde crees que pasó la clave para lograr el objetivo?
- Sin dudas el armado del equipo. Creo que si hubiésemos afrontado el Torneo del Interior con solamente los chicos del club, no habríamos conseguido lo que logramos sino lo afrontábamos con algunos compañeros de otros clubes para hacer un plantel más largo como competitivo, para darle alternativas al técnico.
- ¿Qué recuerdos tenés de esa final?
- A diferencia de todos los equipos que enfrentamos en las fases anteriores, en la final nos encontramos con un equipo de transiciones muy rápidas de defensa a ataque, lo cual nosotros no estábamos acostumbrados y los que también nos tocó sufrir una vez que ascendimos. En general, eso fue lo que nos costó en la serie en general, donde de visitante cuando nos convierten y bajan la intensidad, recién ahí pudimos jugar a lo que estábamos acostumbrados. Creo que de local fue otra historia, porque nosotros impusimos condiciones, hicimos lo que nos pidió el “Flaco” y nunca los dejamos jugar cómodo.
- Lucas sos un privilegiado porque en casi todas las finales con Deportivo has convertido ¿qué significó el tanto contra El Fortín?
- Me quedó muy guardado en la retina ese gol, más que nada por la importancia y el hecho de abrir el marcador en la final, pero a la vez lo valioso que fue siendo defensor, ya que hay menos posibilidades ofensivas para lo importante en el fútbol que es hacer los goles. Igual gracias a Dios, como dijiste, me tocó hacer goles en todas las finales que jugó Deportivo o en casi todas, por eso creo que cada gol tiene una importancia particular y si tendría que elegir, obvio que el gol en el Federal estaría como también el que hago en el 2011 contra Unión de Tornquist, que está casi a la altura de ese.
- ¿Crees que en algún momento otro representante de nuestra Liga podrá conseguir lo que ustedes lograron?
- Si hablamos de que en el futuro se arme un equipo para hacer lo que nosotros conseguimos, la verdad que no lo sé. Me pasó en lo personal que cuando mi papá estaba en vida me decía que lo que vivió con la camiseta verdirroja cuando jugaba el Regional en el 85 no creía que lo iba a volver a sentir, pero veinte años después lo consiguió viéndonos a nosotros. En el tramo cercano va a ser muy difícil, pero de acá a algunos años creo que algún representante de la Liga lo podrá conseguir o por lo menos intentarlo.
Juan Manuel Dietrich: “Con 37 años nunca imaginé jugar un Torneo del Interior”
El volante de Tiro de Puan afrontó el certamen con el verdirrojo, donde después de consagrarse volvió a Peñarol para retirarse.
A pesar de estar llegando al final de su carrera Dietrich destacó el llamado. “Fue sorpresivo porque estaba en el final de mi carrera, tenía 36 o 37 años y evidentemente me sorprendió el llamado del Flaco a esa edad para jugar a un nivel superior al que afrontábamos todos los domingos en nuestra Liga. Entonces por ahí esa fue la situación que me llamó la atención y no otra”.
Ir a un equipo nuevo, conocer otros compañeros en algunos momento puede costar, pero no fue el caso de Tili. “Cuando llegué al verdirrojo no sabían cómo me iban a recibir y la verdad que me trataron ahí como si hubiese jugado toda la vida, eso para mí fue muy importante, que luego ayudó también a mantener un buen nivel futbolístico”.
Al ser consultado por lo que tuvo ese plantel para ascender que no tuvieron los otros fue muy directo. “Fueron unas secuencias de cosas, pero en fútbol cuando se forman buenos equipos y cuando todos tienen un fin en común, es el momento de lograr los objetivos porque tienen tanto hambre como ganas de gloria. Creo que justamente Deportivo tenía eso: garra, hambre, sacrificio y por sobre todas las cosas fue un equipo”.
El Tili recuerda el gol como si hubiese sido ayer. “Ese día la verdad que a veces la desconfianza de los viejos hace que tengamos nuestros frutos, porque yo desconfié de un rebote, esperando a Navarro para que me dé la pelota. Remató y me queda a mí que la empujé con el arco solo, fue una alegría inmensa”.
Al ser consultado sobre si se sintió campeón en el momento que hizo el gol respondió: “No, porque incluso a los cinco minutos nos hacen el gol del descuento, pero recién creí que el partido era nuestro cuando llegó el tercero, pero mientras tanto nadie se relajó y creo que eso lo logran los equipos convencidos de lo que quieren”
Juan y algo insólito el día de la final. “Hay una anécdota que siempre me llamó la atención, porque cuando llegamos al vestuario, habíamos hecho un primer tiempo muy bueno contra El Fortín e imaginé que íbamos a estar tranquilos, pero llegó el Flaco (Odriozola) y los empezó a cagar a pedo a los delanteros. En ese instante yo me reía, pero pensaba qué bien lo que está haciendo porque quería a todos los jugadores concentrados, con sacrificio y creo que las personas inteligentes solo se dan cuenta de esas cosas”.
Cristian Palacio: “Nosotros no desentonaríamos en la liga de Olavarría o Bahía”
El histórico capitán de Deportivo, hoy en Atlético Huanguelén, hizo eco de todo lo que se logró ese año.
- En la preparación que tuvieron al Torneo del Interior ¿imaginaron un resultado así?
- Creo que fue algo impensado porque si uno se pone a pensar lo que logramos no creo que lo logré. Lo importante siempre fue confiar en nosotros como el juego que hacíamos, estar concentrados y motivados a que podíamos hacer lo que en definitiva terminó siendo, que fue algo totalmente distinto a lo que es la Liga.
- Se armó un buen grupo ¿qué tan importante fue eso?
- Me sentí bárbaro con mis compañeros porque la función de cada uno tanto dentro como afuera de la cancha era muy importante, creo que lo fundamental fue hacer sentir importantes tanto a los que jugaban como a los que no lo hacían, porque de esa forma el grupo iba a ser invencible.
- ¿Cuándo creíste que ya habían ascendido?
- A pesar de que nos descontaron, me dio la impresión que teníamos el partido dominado. Veía al rival nervioso, pero recién me sentí más tranquilo cuando convertimos el tercero y fue el momento que más se disfrutó. Además fue inolvidable la cantidad de gente que no apoyó y no solamente de Deportivo, sino de toda lo zona.
- ¿Qué recuerdos te traen los viajes y crees que estuvieron a la altura?
- Primero la verdad sin agrandarnos, la Liga de Suárez tiene grandes jugadores y buen nivel, de esta forma se puede decir que está bastante a la altura de otras zonas. Creo que cualquier equipo nuestro no desentonaría en la liga de Olavarría o la de Bahía. En lo que tiene que ver con los viajes, la verdad que nos dejó un gran grupo humano, a veces nos tocaron viajes tan largos que los utilizamos para conocernos con los jugadores que venían de afuera y de una fortalecernos de la mejor forma, siendo lo que nos deja la experiencia de salir del fútbol semi-amateur.
- ¿Había cábalas o tenían ciertas costumbres antes de encarar los partidos?
- Me acuerdo que siempre antes de los partidos veíamos a muchos equipos concentrados y nosotros en la nuestra con cumbia a fondo, bailando, cantando y disfrutando el momento de otra manera. De esa forma salíamos a la cancha más distendidos. En lo que tiene que ver con cábalas yo tenía que si ganábamos no lavaba los botines hasta el próximo partido, pero si perdíamos se iban rápido al agua. En cuanto al grupo también había, con medias o no bañarse después del partido, pero si siempre había alguna”.
Arquero de El Fortín de Olavarría.
Néstor Ramírez: “Esa final enfrentó a dos grandes equipos”
El Fortín de Olavarría fue un difícil hueso de roer para el equipo verdirrojo, porque era un equipo fuerte, que jugaba muy distinto a todos los equipos que enfrentó en ese Torneo del Interior. Una de las claves de ese equipo fue Néstor Ramírez, quien hoy, con 42 años, sigue vistiendo su camiseta y es el capitán.
A la hora de hablar de sensaciones del encuentro dijo: “Fue una serie pareja, donde creo que nosotros podríamos de local haber hecho un gol más, sobre todo cuando abrimos el marcador, pero nos caímos y Deportivo emparejó las acciones. Pero antes de eso fuimos claros dominadores. En la vuelta el gol tempranero en Coronel Suárez nos obligó a salir a buscar el partido, fue ahí donde Sarmiento encontró los espacios en una cancha grande, la cual conocían a la perfección pero creo que salió una serie tan dura como pareja entre dos buenos equipos que jugaron la final merecidamente”.
En los últimos partidos habían perdido jugadores claves. “Había una expectativa importante por lo que logramos ese año y que el objetivo era ascender, lo cual se venía buscando hace mucho porque El Fortín dentro de la región es un equipo que tiene los objetivos de llegar lo más alto posible y bueno habíamos tenido un gran torneo. Consolidamos un buen equipo, pero se nos cayeron dos jugadores muy importantes para la última serie que fueron el volante central Salvareschi y Santucci, que era el otro pilar en el medio”.
En su momento el arquero fue destacado por sus buenas actuaciones. “Llegué al plantel en el 2011, siendo uno de los más grandes y justo ese año fue lo más cerca que habíamos llegado. Tuve un buen rendimiento, lo importante es que años después se nos pudo dar pero nunca voy a olvidar esa sensación de amargura”.
Ramírez con 42 años sigue siendo el arquero de El Fortín, lleva la cinta de capitán y después de que termine todo el coronavirus sabe que quiere seguir jugando unos años más. “Me siento en buena forma todavía, voy el día a día, me gusta mucho jugar al fútbol, mientras que me dé el cuerpo y pueda ayudar a los chicos creo voy a estar en la cancha. Entonces una vez que pase la pandemia me presentaré a entrenar como cualquiera”.
Un zapatazo que va a ser difícil de olvidar
Con una gran base de jugadores del club, Deportivo afrontó una temporada de ensueño pero también fueron importantes los chicos de afuera como Martín Holzmann que fue llamado por Odriozola para disputar el Torneo del Interior por segundo año consecutivo y fue clave para la consagración.
El llamado. “Todo arrancó la primera vez que el Flaco armó el equipo para participar en 2013. Fui a dar una mano y nos sumamos con todas las ganas donde nos tocó quedar afuera con Tres Algarrobos. Después se volvió a formar, por suerte me volvieron a llamar, donde la verdad que no me costó adaptarme porque era un lindo grupo y poco a poco se fue haciendo una competencia sana en la cual había gran nivel en todas las líneas, por eso uno siempre quería estar por lo menos en los 18 convocados”.
“Fue una gran temporada con los chicos en Deportivo, compartí grandes cosas y se coronó con el Federal, siendo un logro muy importante para el club, como también en lo personal de cada uno que fue parte de esto porque son cosas hermosas que no sabe si alguno va a poder volver a vivir”.
Holzmann se tomó revancha porque antes de empatar la pasó mal. “Siempre con Peratz jugábamos de tres y cuatro e íbamos cambiando. En el partido de ida, recuerdo que los primeros minutos lo volvieron loco por derecha, entonces en un momento lo veo cansado y le cambié la posición. No pasan ni dos minutos que arman una jugada por derecha me hacen el dos/uno, me comen la espalda y convierten. La verdad me quería matar y me estaba puteando por haberle cambiado a Juan. Jajaja.”
Manguera y uno de goles más importante de tu carrera. “En Primera la verdad que tengo cuarenta porque más que nada al principio de mi carrera jugué de volante donde tenía oportunidades de pasar al ataque. Los dos más importantes fueron por un lado el de la final, por todo lo que significó, por ser de afuera del área y no era habitual en mí siendo lateral. Cómo será que no era de convertir poco que después de ese hice uno o dos más. Jajaja. El otro gol fue en 2006, en la final con Independiente. A pesar de ser el tercero, es un gol y muy importante para mí”.
Por todo lo que se logró el plantel quedó en la historia del club. Ves difícil la posibilidad que un club de la liga o el mismo Deportivo participen de este torneo y haga un buen papel. “La liga estuvo muchísimo tiempo sin participar en torneos del interior hasta que Deportivo tomó la posta, después Tiro de Puan y Racing de Carhué lo intentaron. Por ahí ahora pasan unos cuantos años, se renuevan las expectativas porque no se puede negar que para encarar estos proyectos tenés que tener gente que banque económicamente todo y que a los clubes les cuesta mucho. En nuestro caso el punto a favor fue que tenían grandes jugadores que eran de la casa”.
Matías Bauer: “Al pasar los partidos nos convencimos de estar para cosas importantes”
El Chino fue uno de los referentes del plantel y lo sigue siendo hasta la actualidad porque a pesar de que pasen los años sus atajadas claves siempre le dan años de vigencia. Y es difícil olvidar lo importante que fue esa temporada para convertir su valla en una de las menos vencidas.
- ¿Qué recuerdos te trae esa campaña?
- Fue una experiencia muy linda. Nadie se imaginaba lo que íbamos a lograr, pero dentro del plantel sabíamos que si mejorábamos un poco lo que habíamos hecho la temporada anterior donde quedamos afuera con Tres Algarrobos, podíamos llegar a competir con los mejores equipos como también ubicarnos en las últimas instancias. Una vez que fueron pasando los partidos cada vez nos fuimos convenciendo tanto los jugadores como hinchas que estábamos para cosas importantes.
- ¿Qué tan importante fue la jerarquía del plantel?
- Creo que todos los jugadores que nos acompañaron cualquiera podía ser titular, es decir, si uno no rendía en el banco aparecía alguien con buen nivel para ayudar al equipo. Se armó un grupo muy fuerte y después cuando nos enfrentamos a El Fortín teníamos el objetivo entre ceja y ceja que era el ascenso, donde nosotros estuvimos a la altura.
- ¿Cómo recordás la serie?
- Fueron partidos muy parejos a pesar de lo que fue el marcador final. En el partido de ida en un momento nos costó aguantarlo y recién cuando convirtió el gol Manguera (Holzmann), pudimos estar más tranquilos. El resultado lo creo justo, pero no significa que no lo hayamos sufrido, ya que al ser dos equipos muy parejos y al estar un paso de los planteles que jugaron ese año el Argentino “C”, no había lugar al error porque hubiese costado muy caro equivocarse en una final”
- ¿Por dónde pasó la clave y en qué momento se resolvió todo?
- Fuimos más contundentes y a la hora de aguantar el marcador fuimos muy inteligentes, donde lo hicimos muy bien. Recién cuando Cuello convirtió el tercero nos dimos cuenta que el título era de nosotros y fue una alegría para todo el pueblo verdirrojo.
- ¿Te sentiste importante dentro del plantel?
- Ese año creo el nivel alto grupal porque todos tenían en la cabeza que había que dejar el 110% en cada partido y por algo llegamos a la final, donde lo importante siempre fue estar bien de la cabeza y en definitiva fue lo que nos inculcó el Flaco.
- Una vez que ascienden ¿crees que subestimaron la categoría?
- Entre las dos categorías hay un abismo de diferencias, tanto por cómo se juega y por la calidad de jugadores distinta que tiene. El Federal B ya es profesional, porque generalmente esos equipos tienen muchos jugadores para formar dos planteles para afrontar las dos competencias.