En diálogo con Nuevo Día, María José Torres Tintes, nos deja una crónica de cómo fueron evolucionando los hechos, de lo que fue la internación de su hijo, tras haber contraído el síndrome inflamatorio multisistémico en niños y adolescentes temporalmente relacionado a COVID-19 (SIM-C).
En principio vamos a proponer un salto temporal y comenzar por el final de esta crónica, esto se debe a que el espíritu de la misma no es alarmar a la población, sino muy por el contrario alertar a los padres respecto de ciertos síntomas que debemos tener en cuenta. Escuchar la voz de una madre, luego de 14 días de internación de su hijo, con toda la dulzura que pueda caber en un párrafo: “hoy está en su casa, juega con la Play, tiene las visitas restringidas pero se comunica con sus amigos y familiares de manera virtual. Estamos en casa, eso es lo que importa”.
En algún momento del 2020 las campañas de prevención ante la pandemia mundial, se referían a los jóvenes, no salgas por tus abuelos, apelando a la conciencia individual de este segmento de la población con el fin de no contagiar a los adultos mayores. Hoy, bien podría aplicarse la misma idea, con el agregado que nos da la experiencia y pedirles a nuestros niños y jóvenes que se cuiden también por lo que pueda sucederle a ellos mismos.
Muestra de ello es lo que nos cuenta María José en primera persona: “Mi hijo (9 años) empieza con fiebre muy alta durante cuatro días, al segundo día de fiebre llamo a la pediatra, y nos dice vamos a esperar que aparezcan otros síntomas. Seguía con fiebre, cada 6 horas que es lo que dura el efecto del ibuprofeno. Al cuarto día empieza con colitis y al rato con vómitos; como no tolera más el ibuprofeno, la pediatra me pregunta si no tendrá Covid, luego decide internarlo. Se sentía mal, no tenía hambre, estaba muy pálido. Pensamos que era una gastroenteritis, porque encajaban los síntomas, se opta por internarlo porque se estaba deshidratando. Se hace el test de covid que al momento de la internación le da negativo. Se le hacen todo tipo de análisis, todo daba bien. En lugar de evolucionar iba desmejorando”.
Cabe aclarar que semanas atrás, la familia había dado positivo Covid, y el niño lo habían dado por positivo por contacto estrecho. Hecha la prueba serológica le da que ya había estado contagiado de covid, los anticuerpos le daban muy elevados, en su caso transitó la enfermedad sin ningún tipo de síntomas.
Así continúa el relato María José Torres: “la fiebre se la bajaban con dipirona, pero no estaba controlada, desmejoraba poco a poco, deciden el traslado, llaman a un hospital y no había lugar, llaman a otro tampoco, bueno insisten, insisten, insisten, hasta que sale la posibilidad de llevarlo al Hospital Italiano de Bahía Blanca y lo derivan esa misma noche. Me dieron 40 minutos para ir a casa, armar un bolsito y salir en ambulancia hacia Bahía. Llegamos al Hospital y nos estaban esperando, lo atiende la Dra. Liliana Mellinger, que estaba en guardia pediátrica, ella lo recibe, lo examina y ya sospechaba que era SIM-C. Nosotros llegamos a las 2 AM, lo revisan lo ponen en una habitación común, le pasaba la mano y le dolía todo el cuerpo, le toca la panza, nos dice que van a hacerle una ecografía. Bueno a buscar un ecógrafo a esa hora y ver quien nos pueda atender a esa hora. Le hacen ir al hospital, logramos que puedan hacerle la ecografía, previo a eso cuando lo quisieron levantar para sentarlo en la silla de ruedas, ¡no lo podían tocar de los dolores que tenía!, logramos que se incorpore solito y se siente en la silla. En la ecografía llegan a ver un poco de líquido pleural y yo creo que ahí empiezan a sospechar que es SIM-C, por esa ecografía y por el resto de los síntomas. En ese momento él estaba taquicárdico, dolor en la piel, ojos rojos y una erupción cutánea en las manos. Sumado a la fiebre muy alta y el dolor abdominal”.
“Luego esto se confirma con un análisis de laboratorio, primero había que estabilizarlo, por eso lo llevan a terapia intensiva, porque para aplicar el tratamiento debía estar más estable. Había que bajar las pulsaciones, subir la presión arterial, bajar la fiebre, le ponen oxígeno también, porque en el pulmón derecho era muy baja la entrada de aire. Tenía una deficiencia para respirar producto de la inflamación general que tenía. Tras 8 horas de tratamiento para estabilizarlo, luego se pudo iniciar el tratamiento para lo que él tenía. Desde ese momento él mejora día a día. Siempre con la medicación, a los 6 días revierte el cuadro y empiezan a sacarle de a poco cada una de las medicaciones; siempre vimos mejoría en él. Es muy paulatino, se va avanzando de a poco gracias a Dios. Nunca desmejoró desde que comenzó el tratamiento, siempre había una leve mejoría, él aceptó muy bien el tratamiento”.
Ya con el alta médico y la tranquilidad de estar en casa, en familia. Nos decía: “Ahora lo tenemos que llevar al cardiólogo para monitorear de cerca que no hayan quedado secuelas de ningún tipo, hay que ir evaluando; la Dra. nos dijo que no nos tenemos que dormir en esa cuestión de prestarle atención a cómo sigue evolucionando. Puede que le quede alguna secuela como puede que no”. En principio el paciente pediátrico no tenía enfermedad previa diagnosticada, así lo expresó su madre: “No, su pediatra tiene todos los registros normales, nunca se vio alguna anomalía de nada”.
A modo de cierre, María José subraya el espíritu de esta crónica, el impulso que la movió a hablar con nosotros: “esto es todo una cadena, debemos cuidarnos todos. Los grandes, los niños todos. Está buenísimo lo que hacen ustedes, de visibilizar esto, porque le puede pasar a cualquier papá o mamá. Yo no quise poner nada del nene, lo que quiero es que los papás estén atentos a estos síntomas. Puede pasar tranquilamente como una gastroenteritis y puede no serlo”
El Ministerio de Salud de la Argentina con fecha 31 de agosto de 2020, publicó:
El síndrome inflamatorio multisistémico en niños y adolescentes temporalmente relacionado a COVID-19 (SIM-C) es una presentación clínica en pediatría del COVID-19. Comparte algunas características clínicas con la enfermedad de Kawasaki. Los sistemas de salud de todo el mundo han estado profundamente preocupados por la alta transmisibilidad, severidad y letalidad del SARS-CoV 2, particularmente en la población mayor de 60 años. Sin embargo, el COVID-19 suele ser menos grave en los pacientes pediátricos. En general, el 80-90% de los casos suelen ser asintomáticos o tienen una infección leve. No obstante, entre 4 y 10% puede necesitar ser transferido a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP), y la mortalidad oscila entre 0.1% y 8%. Recientemente se ha informado una nueva entidad en niños asociada con el SARSCoV 2, caracterizada por una respuesta hiperinflamatoria en niños previamente sanos.
El SIM-C representa una respuesta inmune inadecuada a una infección, que lleva a una falla de distintos sistemas y representa una importante amenaza a la vida, siendo uno de ellos el shock. Es tan llamativa la respuesta inflamatoria que ha sido incorporada como elemento clave dentro de la definición hecha por la OMS.
Carta de agradecimiento
“Quiero agradecer al personal del hospital de Coronel Suárez, desde que Benja ingresó hasta el momento de su traslado a Bahía. Enfermeras, médicos, personal de limpieza, los enfermeros de la ambulancia, y especialmente a su pediatra Dra. Susana Alberdi quien decide e insiste llamando para trasladarlo esa misma noche, Eugenia, la enfermera quien también le ayuda, iban y venían. Hasta que lo consiguen. Porque aquí no hay terapia intensiva pediátrica. Susana viajó con nosotros, comprometida con su labor. Al laboratorio de Rigoli, tanto Claudia como Carlos sin importarles el día ni la hora. A mi familia quienes ocuparon mi lugar de mamá y a tanta gente que nos brindó su apoyo… y a las oraciones. Hoy gracias a Dios mi chiquito se recupera muy bien. Estuvimos en el Hospital Italiano, los médicos ahí han hecho que revierta el cuadro severo con el que entró. Y a los terapistas con esa calidez humana entendiendo a mamá y papá desesperados. Mi eterno agradecimiento a ellos también! Gracias Benja porque pusiste todas tus fuerzas hijito. Te amamos” Expresó la familia en las redes sociales.
Para los padres:
¿Qué es el síndrome inflamatorio multisistémico en niños (SIM-C) asociado al COVID-19?
El síndrome inflamatorio multisistémico en niños (SIM-C) es una afección en la que diferentes partes del cuerpo pueden inflamarse, incluido el corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro, la piel, los ojos u órganos gastrointestinales. Aún no sabemos qué causa el SIM-C. No obstante, sí sabemos que muchos niños con SIM-C tuvieron el virus que causa el COVID-19, o han estado cerca de alguien con COVID-19. El SIM-C puede ser grave, incluso mortal, pero la mayoría de los niños a quienes se les diagnosticó esta afección han mejorado con atención médica.
Ante la presencia de estos síntomas:
- Fiebre
- Dolor abdominal
- Vómitos
- Diarrea
- Dolores de cuello
- Sarpullido
- Ojos inyectados de sangre
- Agotamiento intenso
Contacte a su médico pediatra, su hijo manifiesta síntomas de SIM-C. Esto NO indica que lo tenga efectivamente. Será el profesional quien deba diagnosticar siempre.
Solicite atención médica de inmediato si su hijo manifiesta alguno de estos signos:
- Dificultad para respirar
- Dolor o presión en el pecho que no desaparece
- Confusión
- Incapacidad de despertarse o permanecer despierto
- Piel, labios o lechos de uñas pálidos, grises o azulados, según el tono de la piel
- Fuerte dolor abdominal
Cómo proteger a su hijo
En base a lo que sabemos ahora acerca del SIM-C, la mejor forma de proteger a su hijo es tomar medidas cotidianas para evitar que su hijo y todos los miembros del hogar contraigan el virus que causa el COVID-19.