En medio de la pandemia de coronavirus que vivimos desde hace dos meses, son múltiples las voces y sucesos que se fueron dando. Al día de hoy, si bien la curva parece aplanarse, las aristas múltiples que conlleva esa afección están a la vista y mantienen en vilo al Sistema de Salud Pública de nuestro país. Gustavo Cerri es médico residente y desarrolla su trabajo en el Servicio de Medicina Clínica del Hospital San Martín de La Plata que fue, en los últimos días, centro de las miradas. En ese sentido ¿cómo se vive este escenario desde la perspectiva médica joven? ¿Cómo es el escenario fuera de los límites locales?
Por Jimena Arrarás Borgnis
“Es mi primera pandemia. No viví como médico la pandemia de la gripe de la cepa H1N1 entonces es todo bastante nuevo para mí” indicó Cerri sobre el inicio de la charla: “el ambiente médico inicialmente, estaba bastante escéptico a la pandemia por coronavirus, lo veíamos como algo muy lejano que inició en China. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo decretó pandemia, pero no queríamos creer hasta que afectó a países que uno considera más cercanos como Italia o España y vimos la curva exponencial que tenían por el virus y ni hablar de la mortalidad”.
En Argentina
El 20 de marzo dio por iniciado el período de cuarentena obligatoria dictaminada por el presidente Alberto Fernández. Así, el país entero se detuvo y con la mayoría de sus actividades productivas en pausa, se generaron reacciones diversas encontradas por la evidente y creciente afección económica. Pero fue quizás, la medida más acertada para la prevención y disminución de contagios por COVID-19.
En ese sentido, el médico Cerri representó la actualidad con una analogía: “la infección por coronavirus es como un tanque de agua que se va llenando con el número de infectados, lo importante son las medidas de Salud Pública que uno toma y lo que es la canilla y el balde representaría el equivalente al Sistema de Salud”. En ese sentido indicó que lo ideal “es que las medidas de Salud Pública representadas, principalmente, por lo que es el aislamiento y la cuarentena hagan que la canilla se abra de a poco y eviten que el balde, que es el Sistema de Salud -y en nuestro caso, es bastante chico por las condiciones en las que se encontraba- no se rebalse”.
Destacó así que, pese a que en el último tiempo hubo bastantes inversiones, “el Sistema de Salud siempre fue el Ministerio olvidado y los hospitales públicos tienen millones de falencias y déficit de recursos, tanto en la parte edilicia como en la parte de recursos biomédicos o recursos humanos”.
En líneas generales, desde la perspectiva profesional, Cerri destacó: “siempre corrimos atrás de todo y Argentina es un país que siempre espera las catástrofes para que se tomen medidas preventivas. En este caso, lo que nos favoreció un poco es que corremos de atrás al hemisferio norte, toda la repercusión que tuvo el coronavirus y lo que pasó allá”. Es decir, la posibilidad de disminuir cifras y la toma de decisiones acertadas gracias al impacto tardío del virus en Argentina.
La Plata, otro escenario
“Acá en La Plata es una situación bastante particular para bien. Es una de las principales ciudades a nivel poblacional y sólo, por suerte -hasta el día de hoy- contamos con 60 casos confirmados, de los cuales 11 son activos, más de 1000 descartados y sólo 2 muertes. Así que acá la situación es bastante benévola” detalló Cerri que es miembro activo del servicio clínico en el Hospital San Martín.
Se trata éste de uno de los hospitales más grandes y destacados de la provincia de Buenos Aires y como muchos otros centros de salud, hoy fue diagramado y sectorizado para la atención, considerando múltiples modificaciones de acuerdo al protocolo sanitario por COVID-19 y debido a que las demás atenciones médicas no pueden relegarse: “hubo un montón de cambios desde el inicio con respecto a nuestra manera de ejercer medicina. Nos capacitaron a nivel de la Dirección y con bajada de línea desde el Ministerio de Salud, capacitando más que nada a los servicios del Hospital que más iban a estar en el frente de batalla que son los terapistas, emergentólogos y clínicos” destacó el médico y agregó que, en cifras estimativas, esperan que “el 80% de los contagiados va a cursar el aislamiento en su hogar y de manera común pero el 15% va a necesitar algún tipo de internación, breve o no y el otro 5% aproximadamente, es el que necesitará terapia”.
Desde hace un mes, médicos, enfermeros y profesionales de la salud en general, comenzaron con capacitaciones referidas puntualmente a esta pandemia: “nos fueron capacitando sobre las medidas de protección personal y en el flujograma del Hospital, es decir, cómo nos íbamos a manejar y cómo íbamos a manejar el flujo de pacientes”.
A quienes, como Gustavo, se desempeñan en el Servicio de Medicina Clínica se los capacitó, además, en cuestiones relativas al manejo de otras áreas y servicios: “nos capacitaron por si todo se desmadraba o vivíamos una situación similar a la de Italia o Francia”.
En un inicio, cuando aún era todo mayormente desconocido, para los servicios de salud y quienes los hacen funcionar también había muchas ideas inconexas y cosas por aprender, por lo que el proceso ha sido sobretodo, de aprendizaje, desde muchos aspectos: “primeramente, se vivió una situación tensa de crisis y ahora no sabemos si la curva realmente se aplanó. Uno cree que falta, que no llegamos al pico de infectados, pero con el paso del tiempo uno va con la incertidumbre de ver cuándo y cuál va a ser el pico, si va a ser tan dramático como se esperaba que fuera o si con la cuarentena y las medidas de salud pública lograron mitigar la curva” reflexionó Cerri.
E indicó que, en su área de trabajo, se dividieron en grupos de acción: “en Clínica, que somos los que estamos todos los días con los pacientes, nos dividimos por semana para ir al Hospital en dos grupos, una semana cada uno y a su vez, nos dividimos en el grupo que atiende a los pacientes con coronavirus y el grupo que no atiende a pacientes con coronavirus” detalló Gustavo quien comentó sobre eso, que ese Hospital está sectorizado en espacios que reciben y se abocan al coronavirus y que está en constante movimiento dado que son múltiples los casos sospechosos que ingresan a diario.
“Tuvimos muchísimas interacciones de casos sospechosos, hasta dos, tres o cuatro ingresos por día a la sala y actualmente, todos los casos que son sospechosos y tendrían algún criterio de internación, ya sea por condiciones del paciente, añoso o con alguna enfermedad de base que requiere internación, o pacientes que necesiten oxígeno o que por sus condiciones sociales no pueden cumplir las normas de aislamiento en su casa”.
En ese sentido, destacó que las demoras en los resultados de los exámenes referidos tardan aproximadamente dos días: “anteriormente fueron más lentos, pero se fueron agilizando porque se fueron abriendo más centros de análisis en lo que es la burocracia del Hospital”.
Fases de COVID-19 desde la mirada médica
Con el coronavirus y la situación particular que este conlleva, se percibe una tensión bastante importante desde lo social. Los profesionales médicos y de urgencias, no son la excepción porque, como Cerri comentaba, se trata de una situación pandémica que muchos viven por primera vez: “en el Hospital el miedo inicialmente fue muy grande y nos estresó a todos, pensamos que íbamos a vivir lo de Europa, pero ahora nos dimos cuenta que, con las medidas de salud pública, no sabemos si logramos aplanar realmente la curva o la corrimos simplemente para más adelante” describió Cerri que aseguró continuar con la incertidumbre de si habrá o no, más pacientes.
En el Hospital habían suspendido las actividades académicas de la residencia y actualmente, dado el panorama, se intenta retomar el ritmo y reiniciar “pese a seguir trabajando en grupos y capacitándonos”. Más allá de eso y de que parece estar todo bastante controlado, hace algunos días este Hospital estuvo bajo la lupa por una situación que removió los rincones y llegó a oídos de todos: una paciente que ingresó por un ACV a la sala de emergencias y estuvo ocho días en internación, falleció y tras eso, se determinó que padecía COVID-19.
“La paciente de 66 años cursó la internación de manera normal, con las condiciones propias del ACV. Entre el séptimo y octavo día hizo fiebre y se mandó a analizar la muestra al Hospital Rossi por medidas de seguridad del Laboratorio y dio positivo. A raíz de esto, se tuvo que cerrar el Servicio de Emergencia nuestro, se tuvo que aislar a muchísimos médicos, enfermeros y personal sanitario, principalmente residentes y muchos otros servicios que habían tenido contacto con la paciente” contó Cerri al respecto.
COVID-19 y ¿descuido de otras enfermedades?
En ese sentido, agregó que desde el inicio y a expensas del coronavirus, se desató una situación muy particular que se divide en dos: por un lado, todo paciente que tenga síntomas respiratorios o fiebre “es tratado como caso sospechoso de COVID-19 hasta que se demuestre lo contrario” para evitar de ese modo, posibles contagios y una expansión desmedida del virus.
De cualquier modo, indicó: “hay muchas otras patologías en nuestro medio, en Sudamérica en general, como la tuberculosis por ejemplo, que son graves. Yo desde que estoy en la sala de Clínica diagnostiqué muchas tuberculosis y un caso de coronavirus nada más, así que está ese fantasma de que todo es COVID-19 y descuidamos otras cuestiones”.
En la misma línea destacó que “nos pasa que los enfermos crónicos, los que tienen patologías, enfermos que realmente necesitan del Sistema de Salud, no pueden cuidarse tanto, no viven en buenas condiciones o no tienen acceso a medicación y realmente deberían consultar en el Hospital porque su patología lo demanda y dejaron de consultar, dejaron de venir y eso tarde o temprano, sabemos que va a repercutir” aseguró, indicando que “la gente va a volver a consultar porque lo va a necesitar y encima, toda su patología de base va a estar más avanzada” porque el paciente no pudo cumplir con el tratamiento, no pudo conseguir la medicación o no pudo hacerse los estudios pertinentes.
“Nosotros lo vemos porque vivimos la atención en eso y hay muchos pacientes que mitigan los síntomas o no consultan por ese miedo o psicosis que hay a nivel social por el coronavirus y es todo un problema” aseguró a modo crítico.
Ante la impaciencia: recomendación profesional
“Yo, como médico joven, es la primera vez que vivo una situación tan particular. De hecho, los médicos que atravesaron otras pandemias o demás, dicen que nada fue como esto. Es toda una incertidumbre, todo nuevo” resumió Cerri y consideró que incluso los expertos no tienen respuestas.
“Al Gobierno se le hace difícil, a todos se nos hace difícil. Los países tomaron distintas conductas y les fue de diferente manera asique es difícil analizarlos. Más allá del coronavirus hay que analizarlo desde la recesión económica que se va a generar después de eso. Hay que analizar que eso va a traer patologías o acrecentar otras y generar una repercusión muy grande en la población que nosotros vamos a ver reflejado en la cantidad de consultas y falta de insumos” que ejemplifica, hoy se ve reflejado en los tratamientos como la quimioterapia, “ya que el Sistema de Salud está destinando plata en otras cosas y estos están frenados completamente. Es muy difícil, una incertidumbre muy grande”.
Hacia el final, a modo consejero, el médico Cerri sugirió: “traten de seguir los consejos o recomendaciones del Ministerio de Salud que realmente hay un montón de gente trabajando y está a las claras que hay resultados beneficiosos. No sabemos cuánto pero sabemos que la situación hubiera sido bastante diferente si no se hubieran tomado estas medidas”.
Además “que la gente trate de informarse por fuentes confiables y no compre lo que dice un desconocido o los medios de información sin saber de dónde vienen los datos. No desconfiar sino buscar fuentes confiables y sobre todo, tener juicio crítico”.
Por último, y cómo médico: “atravesamos esta pandemia como un duelo. Con todas las etapas, la negación, la bronca, después el negociando con los momentos o las cosas y después aceptar que te pone mal, te deprime, te asusta pero es lo que nos toca vivir y hay que tratar de sobrellevarlo de la mejor manera” aseguró Cerri.