Con sesiones online y líneas gratuitas, se sostiene el acompañamiento psicológico en cuarentena

En el marco de la emergencia sanitaria y el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) y ante la prohibición de la atención ambulatoria, los psicólogos continuaron desarrollando su actividad para el sostenimiento de tratamientos en curso a partir de llamados telefónicos, de whatsapp o videollamadas. Ahora, nuevamente vuelven a operar del modo tradicional y la licenciada en psicología María de los Ángeles Laval, en diálogo con Nuevo Día, habló de los modos de organización y el estado general en nuestra ciudad.

El pasado jueves 19 de marzo, el presidente Alberto Fernández decretaba la cuarentena obligatoria para todo el territorio nacional, por lo que, además de las actividades deportivas o culturales multitudinarias, quedaban suspendidas -por tiempo indeterminado- las atenciones médicas particulares.

Si bien, dadas las características del actual escenario y entendiendo que la situación de reclusión puede generar malestar, angustia y/o ansiedad, entre otras cosas, el equipo del Centro Provincial de atención a las Adicciones (CPA) de Coronel Suárez -dependiente de la Secretaría de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias en el ámbito de la Salud Pública del Ministerio de Salud de la Provincia- habilitó, para aquellos que necesitaran orientación o acompañamiento durante el ASPO una línea de ayuda que funciona de lunes a viernes de 8 a 14 hs. y es el (02926) 419292.

Reapertura de los consultorios privados

Las recomendaciones generales enviadas desde el Colegio de Psicólogos de la provincia de Buenos Aires indican seguir las disposiciones expresadas por el Ministerio de Salud de la Nación, ya sea en el ámbito público o privado.

En ese sentido, y tal como lo adelantó el Presidente en el último comunicado oficial que dio, quedó suspendida la interrupción de atención presencial de pacientes, por tanto, los consultorios privados están habilitados a continuar su atención del modo tradicional: “debemos tomar medidas de precaución necesarias y cada profesional decidirá, en función de las condiciones en que realiza su actividad laboral y las necesidades particulares de los usuarios, si debe o no continuar con la atención presencial” explicó la licenciada Laval.

“Resulta imprescindible pensar en cualquier alternativa que se pueda aplicar en esta situación de emergencia desde un marco ético del ejercicio profesional, por lo tanto, respetar los principios de nuestro Código de Ética y Ley de Ejercicio Profesional 10.306” indicó.

En esa línea, explicó que, los permisos con los que cuentan los psicólogos y psicólogas (así como todo profesional de la salud); es a atención en consultorio con horario restringido de 8 a 16 hs., limitando la atención al menor número posible de personas y atender en modo virtual u online a la mayor cantidad de pacientes posibles.

En los casos en que la atención sea presencial, María de los Ángeles Laval detalló: “debemos enviar una foto al paciente con el turno asignado para que sea utilizada como justificación de salida de su domicilio, en caso de no coincidir su patente con el día de turno asignado”.

De cualquier modo, la decisión de reabrir el consultorio para retomar la actividad queda totalmente a criterio del profesional, “incluso puede haber acuerdos entre profesional y paciente, ya sea sobre el modo bajo el que se continuará o se iniciará el tratamiento”. De esa manera, explicó que no es, obligatoriamente, “todo virtual o todo presencial, sino que se va viendo qué elección hace también el paciente en cada caso y evaluando el profesional en función de su psicopatología, si puede llevarse a cabo, o no, de ese modo”.

Recomendaciones para la atención presencial

En esa línea, la profesional profundizó en una serie de sugerencias para continuar con el cumplimiento correcto de la cuarentena. En primer lugar, “evitar exponer a la atención presencial a pacientes que constituyen el grupo de riesgo, es decir, mayores de 60 años, embarazadas, inmunodeprimidos, diabéticos, entre otros; y evaluar la posibilidad de sostener la atención sin que concurran al consultorio”.

Además, para los y las profesionales, indicó: “organizar los horarios de atención de manera que no haya gente en sala de espera y mantener la distancia en el saludo y durante la atención de 1.5 metros. También es vital, contar con alcohol en gel y medios de desinfección para el consultorio; además del tiempo para ventilar el espacio entre paciente y paciente”.

La licenciada Laval resaltó la prohibición de recibir a “personas que tengan la recomendación de cuarentena o presenten sintomatología compatible con el coronavirus como es fiebre, dolor de garganta o síntomas respiratorios; y sin excepción, usar barbijos durante toda la sesión, tanto profesional como paciente”.

Aislamiento, falta de certezas y aumento de la preocupación

Hoy, 20 de abril, se cumple un mes del inicio del ASPO y la imposibilidad de salir, sumado a las preocupaciones lógicas por no trabajar (y en muchos casos, no percibir sueldos); además del estado de soledad de muchas personas, puede desatar una serie de sentimientos y sensaciones como angustia, malestar y ansiedad, entre otras: “la sensación de la sociedad en general de estar viviendo una especie de paranoia colectiva es esperable, pues nos invade la preocupación lógica de quienes observan cómo crece una bola de nieve imparable que viene hacia nosotros para aplastarnos, aniquilarnos. Más y más muertes en todo el mundo que reactivan las fantasías del fin del mundo”.

Consultada al respecto, la licenciada Laval opinó que “a esta preocupación se las contrarresta extremando las medidas preventivas como volver a lavar los pisos, desinfectar las superficies de mayor contacto, hablar con los y las hijas acerca de la situación, siempre en la medida en que ellos puedan entenderlo y sin generarles mayor ansiedad; pero la sensación es que detrás de esta pandemia hay una especie de pademónium, es decir, un ruido ensordecedor de sobreinformación que nos desbasta psicológicamente”.

Una situación inesperada

“Nadie imaginó, cuando brindamos por un ‘feliz año nuevo’ el 31 de diciembre, que el souvenir del año llevaba etiqueta de COVID-19 made in China” reflexionó Laval e indicó: “a los humanos nos gusta estar informados, ser precavidos, nos gusta tener la agenda completa todo el tiempo y organizar las jornadas, ser los amos de nuestro tiempo, de nuestra vida y la cuarentena vino a trastocar estas costumbres, a cambiar nuestro estilo de vida y nuestro juicio de realidad”.

Sobre ese punto, aseguró que su mayor preocupación es que “la gente no tome cabal conciencia de lo que está pasando”. Puntualizó claro, que “no hay que exagerar, pero tampoco desmentir o negar los peligros de esta pandemia”, refiriéndose, sobre todo, a “los memes humorísticos relacionados con la situación de encierro y las relaciones interpersonales; el encierro y la conducta frente a la comida, frente a la estética, frente al ejercicio físico o las decisiones políticas. Todo ayuda si puede ridiculizarse mediante un post que nos conecte a una descarga de risa saludable; el humor conecta con el inconsciente más allá del sentido primario”.

Y en relación a eso aseguró que la creatividad y el ingenio son “realidades sustitutivas de placer inmediato”, es decir, la referencia a lo cotidiano mediante esos chistes: “y así estamos, cada día un poquito más locos o un poquito más cuerdos; depende desde donde lo analicemos”.

Adaptarse

“Atravesamos una época de incertidumbre y por ello se necesita una gran capacidad de adaptación para ser proactivos, para prevenir y para calcular qué pasos vamos a dar” dijo Laval y reflexionó cómo, hacia el inicio del ASPO, se hablaba de acondicionar y reacondicionar el hogar (ahora escenario de cuarentena) pero, a medida que pasaron los días y la casa ordenada y limpia, “comenzamos a mirar un poco más hacia nuestro interior y nos preguntamos dónde estaba la punta para desmarañar tamaño ovillo” y ahí es donde ella asegura que “conectar con nuestra propia esencia, nos angustia; nos cala hasta el hueso una verdad desnuda. El orden, el cambio y la limpieza también es interior”.

La obligación de cambiar las cosas como las vivíamos y como estábamos acostumbrados a verlas y hacerlas, es ahora una obligación. Además, la sobreinformación y la difusión constante de datos y cifras “nos grita en la cara los números de muertes cotidianas” indicó y sin dudas, a partir de ello se exponen un sinfín de sensaciones: “sin dudas, las consultas en salud mental han aumentado. Las Obras Sociales se negaron en un principio a reconocer las prestaciones profesionales no presenciales, pero debido al aumento en la demanda de la atención profesional en el campo de la salud mental, cedieron y reconocieron la necesidad de sus afiliados de contar con este tipo de escucha profesional”

En ese sentido, explicó: “incertidumbre más aislamiento, representa un alto costo para la psique; costo que comienza a pagarse mediante malestares subjetivos”.

“Las ansiedades, angustias, trastornos obsesivos compulsivos, fobias, histrionismos mediáticos con soporte tecnológico, como son los videítos que mucha gente adulta ha comenzado a hacer para de algún modo defenderse de esta situación de encierro y aislamiento social; y en un mundo donde prima la imagen, el mostrarse comanda al ser; el poder atravesar la propia realidad y proyectar una realidad sustitutiva, ayuda a desmentir su propio infierno” y agregó que la pandemia y el aislamiento generan estrés considerable en la psique de los sujetos.

A partir de ellos es que la licenciada Laval enumeró algunas competencias que considera importantes para atravesar este tiempo “del modo más saludable posible”:

  1. LIDERAZGO (autonomía para hacer, guiar, orientar, persuadir)
  2. ACTIVIDAD (acción emprendedurismo, movimiento)
  3. CREATIVIDAD (diversidad de perspectivas y enfoques, originalidad, innovación)
  4. FLEXIBILIDAD (plasticidad, capacidad de adaptación ante la incertidumbre)
  5. EQUILIBRIO (control de impulsos poder frenar ansiedades)
  6. DISCIPLINA (cantidad y calidad, excelencia, exigencia, rigurosidad)
  7. CONSTANCIA PERSEVERANCIA (paciencia armonía, calma)
  8. POSITIVISMO Y ESPERANZA (Eros –Vida- contra Thánatos –Muerte-)
  9. SOCIABILIDAD (relaciones interpersonales estables y sanas)
  10. RESILIENCIA (capacidad de reinventarse, volver a estar de pie a pesar de todo)

Desde una óptica personal indicó (y recomendó): “desde mi rol de madre intento administrar el tiempo en casa, es decir, tiempo de descanso, de aprendizaje, de actividad física, de socializar; tiempo familiar para compartir actividades o experiencias, tiempo de colaboración doméstica en el cuál si todos ayudamos, nadie se sobrecarga o exige y mantener la solidaridad y la colaboración”.

En ese sentido, y considerando que muchas personas pueden necesitar un acompañamiento, la licenciada Laval abrió su contacto a disposición de quienes necesiten contactarse con ella o asesorarse al respecto vía whatsapp al 2926.419531: “mantener una actitud comprometida y ética en el ejercicio profesional y ser responsables para cuidarnos y cuidar a los usuarios” finalizó Laval. 

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